En el artículo de hoy voy a hablar de un problema muy frecuente y a la vez grave, ya que puede llegar a echar por tierra toda tu planificación anual: El entrenamiento concurrente y el fenómeno de interferencia. Se conoce como fenómeno de interferencia aquel que, en el mundo del entrenamiento, causa una disminución o incluso cese de las adaptaciones al combinar diversos estímulos de manera simultánea. En el mundo del deporte aficionado, especialmente en el ámbito de los deportes de resistencia, existe la falsa creencia de que “más es mejor” y como consecuencia de ello se puede ver a deportistas haciendo entrenamientos monstruosos en cuanto a volumen e intensidad que a posteriori se sorprenden al no percibir ninguna mejora en su condición física. El “más es mejor” es, por suerte, un mito sin ninguna base científica. Irónicamente, este tipo de planteamiento suele producir las llamadas adaptaciones inversas en el deportista, o lo que es lo mismo, desadaptaciones que nada tienen que ver con el sobreentrenamiento.
A modo de ejemplo, en los últimos quince años se ha establecido en la literatura científica que entrenar fuerza explosiva a intensidades cercanas a 10RM y, a su vez, entrenar el sistema cardiorrespiratorio a intensidades cercanas al VO2max produce la neutralización de ambas adaptaciones y, por tanto, acabamos entrenando para nada. Como este ejemplo existen más de una veintena de casos en la literatura del entrenamiento concurrente. Otro caso muy común serían los deportistas que entrenan hasta el fallo muscular en el gimnasio con la esperanza de que su fuerza máxima de cuádriceps o cualquier otro músculo mejore, cuando el estímulo que están aplicando supera con creces el umbral de adaptación produciendo mejoras mínimas con un estrés sobre la musculatura desmesurado y, como consecuencia, tiempos de recuperación demasiado prolongados.
Por desgracia, internet está lleno de información poco o nada basada en la ciencia y es muy frecuente ver a deportistas que, a pesar de tener la mejor de las intenciones, echan a perder todo su entrenamiento por errores garrafales como los ya comentados. La planificación y periodización del entrenamiento tienen como objetivo aplicar los estímulos necesarios en el momento oportuno para producir las máximas adaptaciones con el menor estrés sobre el organismo. Para conseguir este propósito, es necesario basar nuestro entrenamiento en el conocimiento científico actual. Si quieres que te ayude con la planificación de tu entrenamiento no dudes en contactarme para establecer un protocolo a medida de tus necesidades.
Sebastian Sitko, entrenador nacional de ciclismo, triatlón y atletismo, graduado en ciencias del deporte (INEF) y máster de alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés.