En el protocolo que sigo con todos los deportistas que me contactan, una de las prioridades es discernir si mi trabajo va a ser realmente útil. No tengo ningún interés en trabajar con un deportista al que en el fondo sé que no puedo ayudar. Siempre he pensado que perder a un cliente a costa de ser honesto no es un problema. ¿A qué viene todo esto? Josema tiene el dudoso mérito de haber sido el deportista más terco que me ha contactado en mi vida. Nunca antes me había ocurrido que un deportista se empeñe en insistir en que le entrene a pesar de decirle claramente que, con los datos en la mano, no voy a hacerle mejorar en lo que queda de temporada. Les dejo con el testimonio de Josema en el que cuenta nuestras diversas idas y venidas.
Sebastian Sitko
¿Recomendaría a Sebastian como entrenador? Sin dudarlo.
La verdad es que empecé en el ciclismo bastante tarde (28 años) y a los 31 a competir en categoría Máster. Desde siempre me apasiona el ciclismo y por supuesto el entrenamiento y los datos por lo que me he empollado a muchísimos autores… Al principio empecé entrenando con un “popurrí” de dichos conocimientos, y posteriormente con distintos entrenadores. Esta temporada, por varios motivos, había vuelto a “autoentrenarme”. El problema es que por mi trabajo, con horarios cambiantes cada dos por tres, es más sencillo que un profesional te planifique, te rectifique o te diga cómo y cuánto exprimirte e incluso cuándo hay que levantar el pie. Además del estrés que te quitas de encima, siempre vas a dar lo mejor de ti si un profesional lleva tu entrenamiento.
Hace poco encontré la web de Sebastian, leí varios de sus artículos y me parecieron de una persona que está muy formada. Por ello no dudé en contactar con él. Al menos probar y ver qué podía ofrecerme a estas alturas. Esto sonará extraño, pero las primeras conversaciones fueron difíciles, puesto que otra cosa no pero sinceridad al 101%. No se anda con rodeos. Las cosas son blancas o son negras. Por eso me empeñé en probar con él, a pesar de que sinceramente y analizando un poco mis datos, Sebas me veía quemado, sin objetivos claros… y en un principio no quería entrenarme de ninguna manera. Precisamente esto es lo que me impulsó a insistir. Tal y como lo cuento, Sebas en principio me decía que poco podía hacer al menos en lo que quedaba de temporada, y que quizás fuese mejor que le contactase de cara a la siguiente temporada.
¡Estaba claro! No me encontraba ante una persona que quisiera hacer clientela diciéndote: “Perfecto yo te entreno y vas a volar” “son tantos € al mes, gracias”. Seré malo o bueno, rápido o lento, con más o con menos motor… Pero a cabezón no creo que me gane mucha gente… Así que le insistí, quería probar y al final llegamos a un acuerdo y él aceptó el reto.
Lo primero que hizo fue estudiar mi temporada, mis datos, ver donde estaba y hasta dónde podía llegar. Todo sincero y nada de hacerme la pelota, al contrario. A partir de ahí, todo han sido ventajas. Sobre todo lo que más valoro es la comunicación, que siempre es constante, y rápida. Si necesitas cualquier consejo, cualquier modificación… lo tienes vía whatsapp, y eso vale mucho para alguien como yo que puedo cambiar de disponibilidad en horas. Su método puede que sea diferente a otros entrenadores, y hay estrategias que me han sorprendido. Pero siempre todo muy personalizado, aportando datos científicos en cuanto a entrenamiento o nutrición, con los que sabes que trabajas sobre seguro.
Sin embargo no todo iban a ser cosas buenas, también en algunas ocasiones hemos tenido nuestras diferencias. Aunque creo que ahí radica principalmente lo bueno de la relación entrenador-deportista. Que a veces es importante saber que al otro lado, no hay un robot que te manda los entrenamientos y vale. Sino que hay una persona con la que a veces no estás de acuerdo, con la que puedes discutir (incluso de temas extradeportivos), que te dice has hecho esto mal, o que simplemente te dice no vayas a esa carrera porque dadas tus características es perder el tiempo. Así de simple. Ya somos mayorcitos y es bueno que ante todo tengamos los pies en el suelo.
Es por todo ello que cualquier ciclista metódico que quiera llevar un entrenamiento personalizado, y que quiera encontrar su mejor versión debería al menos contactar con Sebastian.
Jose María Catalina