El consumo máximo de oxígeno o el famoso VO2max es simplemente la mayor cantidad de oxígeno que puede absorber, transportar y consumir un organismo en una duración determinada. Este valor se ha considerado siempre clave y mejor predictor del rendimiento en los deportes basados en el metabolismo aeróbico. En los años 90 vimos la máxima expresión de esta obsesión por el famoso parámetro hasta el punto de que equipos ciclistas juveniles en Francia excluían de sus plantillas a jóvenes con parámetros pobres al ser comparados con las referencias. Con el paso de los años, por suerte, este valor se ha ido desmitificando. Hoy en día, a pesar de que muchos entrenadores siguen insistiendo en hacer varias pruebas de esfuerzo en laboratorio a lo largo de la temporada de sus deportistas, lo cierto es que el VO2max no es ni mejor ni más útil a la hora de predecir el rendimiento que la mayoría de las pruebas de campo validadas que tiene un entrenador a su disposición.
Sí que podemos observar claras tendencias en los parámetros de VO2max conforme vamos subiendo de categoría en las respectivas disciplinas ya que por pura cuestión de fisiología determinados sujetos quedarán excluidos de la élite. No obstante, en mi experiencia como entrenador he podido observar sujetos que, con valores espectaculares en pruebas de esfuerzo realizadas en laboratorio, no cumplían ni de lejos con lo prometido a la hora de hacer tests de campo o directamente rendir en las pruebas clave de su temporada. Por otro lado, varios de mis deportistas con valores relativamente pobres han rendido de manera excelente contra rivales a priori superiores. ¿A qué puede ser debido esto?
El VO2max es un valor que sí permite distinguir entre un deportista de nivel bajo, promedio o potencial élite sin que esto llegue a significar una garantía total de éxito en nuestra disciplina. A modo de ejemplo, el ciclista X tiene un VO2max ajustado al peso de 88ml/kg/min. Este valor, sin duda alguna, le permitirá acceder a la élite del deporte con relativa sencillez. No obstante, para nada le garantiza ganar un Tour de Francia a un sujeto con un valor de 83 ml/kg/min que posee mejor economía del esfuerzo, mayor potencia muscular, un umbral anaeróbico más elevado porcentualmente así como un saber moverse en pelotón mejor y aprovecharse de las ruedas y situaciones de carrera diversas que se van creando. Estos son sólo algunos ejemplos de factores de rendimiento que van a determinar nuestras prestaciones finales y que poco o nada tienen que ver con los datos crudos obtenidos en un laboratorio.
¿Se puede entrenar el VO2max? Por supuesto. La ciencia es muy divergente en este aspecto, proporcionando mejoras que abarcan desde un 8% en algunos estudios hasta un 40% en otros. Yo suelo tomar una base de un 20% de mejora posible para un deportista poco o nada entrenado y con un porcentaje de grasa corporal no superior al 10%. Dado que el VO2max es un parámetro relativo al peso, la pérdida de masa grasa no indispensable va a ser el principal método de mejora de este parámetro.
En muchas ocasiones mis deportistas, frecuentemente con valores de 70ml/kg/min o superiores se ven sorprendidos cuando les manifiesto que de ninguna manera tienen garantizado acabar la Quebrantahuesos en menos de 6 horas o hacer una maratón en 2 horas 40. Además de una buena base fisiológica, un buen entrenamiento supervisado por un profesional cualificado combinado con un seguimiento nutricional y de suplementación así como un trabajo técnico y táctico correcto sí multiplican tus posibilidades de éxito que se verían mermadas sin establecer un trabajo completo en lo que es la disciplina que nos concierne: el rendimiento deportivo.
Si quieres descubrir todo tu potencial no dudes en contactar conmigo para entrenar de manera planificada, seria y basada en el conocimiento científico. Estaré encantado de ayudarte.
Sebastian Sitko, Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Máster de alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés y Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo.