A propósito del dopaje (4): Causas y cómo mitigarlo

Cuarta y última entrega de mi miniserie de posts sobre el dopaje. Tras tratar en sendos artículos el dopaje en el campo no profesional y dos casos tan famosos como los de Contador o Froome, voy a acabar dando mi opinión sobre las que creo que son las causas primeras del dopaje en el ciclismo y una serie de propuestas que creo podrían ayudar a limitarlo.

Creo que dos episodios que han acaecido en los últimos días ayudan mucho a contextualizar este artículo, porque vienen a representar dos aspectos claves de lo que yo considero causa primera de la lacra que asola el deporte profesional en general y el ciclismo en particular. Por tanto, tras presenciar el positivo por EPO de Jarlinson Pantano y la suspensión de Cobo creo que es el momento idóneo para escribir lo que viene a continuación.

En primer lugar me gustaría aclarar una cosa que oigo muy a menudo en las conversaciones a pie de calle y con la que no estoy para nada de acuerdo: al contrario de lo que se cree, el ciclismo no es un deporte particularmente plagado de dopaje. Si bien es cierto que algunas disciplinas como los deportes de equipo no se ven tan beneficiadas por el dopaje sistemático (hay otros factores que cuentan para ganar, no tanto el poderío físico) otras presentan ratios de abuso similares o superiores al ciclismo profesional. Estoy hablando de deportes como el atletismo en todas sus versiones, la halterofilia o el triatlón. El problema (o la bendición) del ciclismo profesional es que dispone del mejor sistema antidopaje vigente actualmente en el mundo, que si bien tiene mil fallos, deja en evidencia los que podemos observar en otras disciplinas. Por tanto, una de las primeras causas del significativo número de positivos en el ciclismo es sin duda alguna el empeño que se pone en combatir este problema. Evidentemente, si buscas más profundo encuentras más. Habiendo aclarado esto procedo ya con mis reflexiones.

Recientemente nos hemos enterado de la sanción retroactiva a Juan José Cobo, que le hace perder su Vuelta a España de 2011. Desde un primer momento no tuve duda alguna de que su rendimiento en aquella carrera no fue muy normal, por lo que la noticia tampoco me ha pillado sorprendido. Muchos sabios de internet han criticado que este positivo saliera casi 10 años más tarde, crítica que muestra que no tienen mucha idea de cómo funciona el sistema antidopaje. El principal rol del pasaporte biológico no es pillar a ciclistas “in fraganti” sino seleccionar muestras particularmente sospechosas para poder analizarlas en un futuro. Así, el que se decide a hacer trampas tiene que contar con que, muy probablemente será cazado en el medio plazo. Esto mismo es lo que pasó en el caso de Cobo. Varias de sus muestras tuvieron un bailoteo de reticulocitos francamente extraño pero no se detectó el uso de ninguna sustancia, aunque se sospechó desde un primer momento el uso de EPO. Recientemente, cuando un nuevo método de detección ha sido acreditado se volvieron a analizar sus muestras arrojando, ahora sí, la presencia de la susodicha sustancia. Por tanto, se ha hecho un buen trabajo en el momento en que esto ha sido posible, que ha sido precisamente justo antes de que los hechos prescribieran.

A raíz de esto, muchos de vosotros orientaréis vuestra ira contra Cobo, por engañaros y por haceros soñar con sus mentiras. No obstante, me gustaría pediros una reflexión que vaya más allá, y que os permitirá entender mejor las causas del dopaje en el ciclismo. Cobo es partícipe, sí, pero también una víctima del sistema. Me gustaría que pensarais un momento quién fue su director deportivo durante aquella Vuelta: correcto, el mismo director de Ricco o Piepoli en el Giro y Tour 2008 o el de Zaballa en 2004 y 2005. El mismo que en la actualidad sigue de director deportivo de un equipo World Tour que retiró a un corredor del último Giro de Italia por un extraño bailoteo de sus valores hematológicos. Podría seguir más pero es más sencillo echar una ojeada a este excelente tweet:

 

Aquí llegamos al primer problema crucial del ciclismo: la endogamia. ¿Nunca os ha extrañado que un corredor, tras su sanción por dopaje y sin haber cantado, acaba volviendo casi siempre al mismo equipo en el que dio positivo? ¿y qué hay de los directores que, a pesar de haber demostrado de sobras su nula preocupación por la ética de trabajo, siguen viviendo del ciclismo? Estoy hablando de lo surrealista que resulta ver a gente como Riis, Bruyneel, Vinokourov o Manolo Sainz dirigiendo equipos tras decenas de positivos y haberse dopado en el caso de los tres primeros durante toda su carrera profesional. ¿De verdad creéis que alguien como Riis les va a decir a los suyos que no usen sustancias prohibidas? Yo sinceramente lo dudo muchísimo. El ciclismo profesional opera generalmente con “los de casa” porque conocen el funcionamiento interno para lo bueno y para lo malo. Así, podemos ver con frecuencia que el ciclista profesional X se retira y comienza de inmediato a entrenar a otros, sin ningún tipo de cualificación profesional mediante. Este tipo de situaciones, que son más frecuentes de lo que creéis, me hacen fruncir el ceño siempre, porque sospecho lo que es obvio. En este sentido y a pesar de que se les haya dado mucha caña, lo cierto es que el antiguo Sky hizo las cosas muy bien. En vez de nutrirse de dinosaurios ex-ciclistas se encargaron de fichar a gente de fuera del mundillo como Tim Kerrison, con un conocimiento científico muy importante. Su apuesta por la ciencia fue para mí sin duda alguna el principal motivo de su gran rendimiento estos años y no un sistema de dopaje de equipo altamente secreto y avanzado. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero os sorprenderíais como yo lo hice si vieseis cómo entrena alguno de los candidatos para el Tour en pleno siglo XXI, de una manera totalmente desfasada y poco científica. Si yo fuera a un médico me gustaría que me tratara de acorde con la última evidencia científica y no acorde a lo que aprendió a hacer 20 años antes.

La segunda reflexión que quería hacer va referida al caso de Jarlinson Pantano, positivo por EPO recombinante estos días y ya retirado del ciclismo (por suerte). En un comunicado verdaderamente lamentable Pantano dijo que no había hecho nada ilegal y que no se explicaba el positivo. Desde mi desconocimiento pensaba que la EPO sólo se administraba en forma de inyección, por lo que el bueno de Jarlinson deberá de buscar una explicación un poco más convincente. Tras el hermano gemelo no-nato de Tyler Hamilton, las galletas de cocaína de Simoni o el solomillo de Contador, estoy bastante cansado ya de estas historias. El segundo problema del ciclismo para mí es la realidad paralela en la que viven los dopados. Puedo entender (que no compartir) que hagan trampas para labrarse un futuro mejor, como sucede en todos los ámbitos de la vida. Lo que a veces parece suceder es que mienten tanto a lo largo de su carrera que acaban viviendo inmersos en la propia mentira, lo cual me parece lamentable. Si tuvieran las agallas suficientes para, una vez pillados, cantar y ayudar a limpiar el mundillo, estaríamos en una situación muchísimo mejor.

Resumiendo, ¿qué quiero decir con todo esto? Que mientras los Vinokourov y compañía sigan dirigiendo equipos ciclistas y mientras los propios corredores tengan alicientes para hacer trampas y sobre todo callar una vez pillados, nada cambiará. Por tanto, mis propuestas son claras y las paso a resumir a continuación:

Primero hay que diferenciar entre el dopaje de equipo y el individual. El primero creo que se puede combatir de una manera muy efectiva, mientras que el segundo siempre va a existir aunque en mucho menor medida si se hacen las cosas bien. Una vez aclarada la diferencia, aquí van mis propuestas:

  • Sanciones de por vida y multas económicas por el valor del contrato en vigor para todos los positivos por sustancias que sólo pueden tener un origen claro en el organismo: EPO, esteroides u hormona de crecimiento. Así se conseguiría que el tramposo se lo pensase dos veces y, sobre todo, que una vez pillado no tuviera ningún aliciente para mentir. Creo que conseguiríamos que muchos más deportistas tiraran de la manta una vez pillados, porque sabrían que de todas formas su carrera está acabada.
  • Impedir que todo aquel con un pasado marcado por el dopaje pueda participar en la estructura de un equipo.
  • Anulación de la licencia para equipos con más de un positivo en un mismo año, con importantes multas económicas. Creo que esto desanimaría mucho el dopaje de equipo.

Como se puede ver son medidas drásticas pero realizables, siempre y cuando haya voluntad política para llevarlas a cabo (el cual no es el caso a día de hoy). Ya que el antidopaje siempre va a ir por detrás de las trampas, es necesario incidir más en la prevención, con unos castigos más rotundos y una limpieza completa del staff de los equipos. Al menos esa es mi postura.

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Antoine Vayer, el líder del chauvinismo ciclista francés y el creador del famoso detector de ciclistas dopados en función de sus valores de potencia absoluta (con la misma base científica que los remedios de mi abuela para la tos) dejaba para la posteridad este tweet tras la caída que ha acabado con la carrera deportiva de Froome. Que cada uno piense lo que quiera.

 

Sebastian Sitko

Máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés, Graduado en Ciencias del Deporte, Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo y entrenador oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte. 

Comentarios: 2

  1. Yeiciv dice:

    Excelente artículo, entrando en contexto algo que es demasiado lamentable es ver como la afición, hablo de Colombia, se deja llevar por el carisma y/o personalidad atrayente del ciclista de turno y en base a ello, en lugar de condenar un acto desleal para con el aficionado que apoya, como es el doparse, sale premiado, aplaudido y hasta con apoyo incondicional. Vamos que el ciclista no es tonto y pensará… si paso con sevillano, Pantano, porque conmigo no será o puede suceder lo mismo?
    La alcahuetería social es otro punto que si bien no incentiva, sí que deja tranquilo al Corredor de no ser sometido al castigo público.

  2. Aiheko dice:

    Estoy de acuerdo en todo lo que dices pero creo que va muy atado al circo empresarial que esta detrás del ciclismo.tengo una pregunta:imagínate un segundo un ciclismo sin dopaje..como te imaginas un. Tour defrancia?puede ser tema para el ultimo post,jeje..un saludo!

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