5 mejoras baratas, necesarias e infravaloradas para tu bicicleta

Tras mi anterior artículo sobre las 5 mejoras caras, innecesarias y sobrevaloradas para tu bicicleta, un lector me comentó que le encantaría leer mis recomendaciones sobre justamente lo contrario: aquello que proporciona una mejora notable en las prestaciones de la bicicleta a un precio reducido. La idea me pareció muy interesante pero en tiempos de pandemia el trabajo se ve multiplicado y el tiempo para escribir nuevos artículos escasea. Una vez que he encontrado un rato para sentarme y escribir me gustaría debatir sobre una paradoja que nunca ha dejado de fascinarme en el mundillo del ciclismo: la capacidad para gastar 4000 euros en un cuadro nuevo que da un ahorro de 6w a 40km/h (velocidad que rara vez alcanza un cicloturista en un entrenamiento en solitario) mientras a su vez se obvian detalles que proporcionan la misma ganancia de vatios por 20, 30 o 40 euros. Me quiero imaginar que los desembolsos desorbitados que se hacen hoy en día en muchas bicicletas con prestaciones propias de los modelos de hace 15 años se deben más al postureo y a la estética del cuadro que a la creencia de que realmente nos aportan algo en cuanto a rendimiento. Si no es así, más de uno se llevará las manos a la cabeza con este artículo. A continuación paso a enumerar los que son, en mi experiencia, los mejores motivos para un desembolso de dinero si realmente miramos el ratio rendimiento/precio:

  • Cubiertas/tubulares de calidad + ancho llanta-cubierta optimizado: La diferencia de precio entre una cubierta/tubular de gama baja y alta puede rondar los 30 euros. La diferencia en la rodadura, de hasta 7w por rueda. Ojo porque gama alta no implica necesariamente mejores prestaciones en la rodadura. No voy a hacer publicidad de ningún modelo específico, son 2-3 los que realmente marcan la diferencia y se pueden encontrar fácilmente por internet. Por otro lado, la diferencia en el ancho entre la llanta y la cubierta puede perjudicar en hasta 2-3w a 40km/h y se trata de una optimización a coste cero. Mucha gente está montando cubiertas de 25 en llantas preparadas para 23 por el “incremento del confort” mientras pierden, sin darse cuenta, vatios por la menor aerodinámica. Una cubierta de 23, 25 o 28 vale lo mismo así que podemos elegir la que más se adapte a nuestra llanta sin ningún gasto extra. Al respecto del eterno debate tubular/cubierta, las mejores cubiertas han igualado e incluso superado en algunos casos a los mejores tubulares en cuanto a rodadura, por lo que la diferencia entre ambos radica principalmente en las ventajas de montar los primeros en una llanta de carbono y sobre todo en la reducción de peso que proporcionan (en el lugar donde esta reducción es más importante, la circunferencia de la rueda).
  • Cámaras de látex: una cámara de látex vale 3-4 euros más que una convencional de gama media y el ahorro de vatios por la mejora en la rodadura y una pequeñísima reducción del peso es del orden de 2w por rueda. Los aspectos negativos: la necesidad de un hinchado con cada uso y que no es recomendable montarlas en llantas full carbon. De todas formas, como bien sabrán mis lectores, sólo recomiendo llanta de carbono con tubular por lo que la segunda desventaja realmente no aplica.
  • Vestimenta: Hoy en día existen monos integrados igual de cómodos que un conjunto maillot-culotte y si están bien adaptados a nuestra silueta pueden proporcionar ganancias del orden de 12-15w a 40km/h por un precio un tercio más elevado que el del conjunto. Si queremos ir incluso más aero podemos añadir unos botines aerodinámicos (5-15w por 50 euros extra).
  • Casco: Un casco aero puede valer 60-80 euros más que uno convencional equivalente en gama y proporciona un ahorro de hasta 15w a velocidades de 40km/h.
  • Zapatillas: Las mejoras en la rigidez de la suela, ligereza y aerodinámica de un modelo tope de gama a uno básico pueden suponer hasta 10-12w de diferencia por un desembolso de 200-250 euros adicionales.

En resumidas cuentas: 2x cubierta tope de gama (60 euros extra)+ 2x cámara de látex (8 euros extra)+ mono aero (100 euros extra)+ casco aero (80 euros extra)+ zapatillas tope de gama (250 euros extra) nos da un desembolso extra de unos 500 euros para una ganancia promedio de unos 40 vatios. Ahora comparen la ganancia de vatios y el precio de unas ruedas de perfil full carbon o un cuadro aero tope de gama y entenderán muy bien la paradoja a la que me refiero al inicio de este artículo. Debo precisar que las ganancias relativas al mono y casco se obtendrán principalmente en llaneos a gran velocidad, por lo que, como siempre digo, ni la mejor tecnología del mercado hará que un mediocre suba bien. No obstante, en terrenos donde la aerodinámica juega un papel importante uno puede trampear muy bien sus habilidades valiéndose de la tecnología actual.

Las 5 sugerencias anteriores se refieren a mejoras del equipamiento puramente dicho. No obstante, me gustaría mencionar algunos aspectos que pueden mejorar nuestro rendimiento notoriamente más que cualquier upgrade en el material:

  • Estudio biomecánico: Un estudio biomecánico de verdad (y no lo que se ofrece en la mayoría de establecimientos a día de hoy) debería evaluar la evolución de la biomecánica a distintas intensidades y en distintos grados de fatiga del deportista. Claro, el deportista también debe estar dispuesto a pagar por este tipo de servicio. Con ello, en el peor de los casos podremos mejorar nuestro confort sobre la bicicleta y evitar la aparición de contratiempos (una contractura cervical o una rozadura del sillín que acaba siendo un furúnculo, por ejemplo) que afectan a nuestro rendimiento por la obligación de parar los entrenamientos por un tiempo. En el mejor de los casos la mejora de la postura producirá una mayor eficiencia sobre la bicicleta e incluso una posición más aerodinámica. En definitiva, un enorme potencial de mejora del rendimiento por un coste que debería rondar los 500 euros en un estudio hecho correctamente. Insisto en lo de correctamente porque hoy en día veo como proliferan “biomecánicos” graduados en “Retül University” o similares, estudios que pueden dar la apariencia de grados universitarios de 240 ECTS serios cuando realmente se trata de cursillos de 20 horas que se imparten en cualquier sótano y que no deberían más que suponer un extra a un biomecánico ya formado en la materia. Dicho lo cual, y a pesar de que imparto clase en un grado de las Ciencias del Deporte, lo cierto es que considero que los únicos profesionales suficientemente formados en su carrera universitaria para ejercer semejante labor son los fisioterapeutas. Si el fisioterapeuta se ha formado de manera complementaria e incluso tiene el grado en las Ciencias del Deporte mejor que mejor, pero la base es la base. Lo digo porque hoy en día estoy acostumbrado a ver gente que te puede entrenar, ponerte una dieta, hacerte la biomecánica de la bicicleta y corriendo, analizar tu técnica en la piscina y después aún darte un masaje para acabar. Seamos serios, por favor.
  • Mejora de la composición corporal y optimización de la nutrición: De los cientos de deportistas aficionados que me han escrito a lo largo de mi carrera profesional para trabajar conmigo tan sólo consideré en dos casos que la composición corporal estaba totalmente optimizada y no se podía sacar más rendimiento de allí. ¿Qué quiero decir con esto? Que salvo que seas ese 0,001% que tiene una composición corporal ideal lo normal es que ponerte en manos de un profesional que sabe lo que hace te suponga perder fácilmente 3-4kg de masa grasa por menos de la mitad de lo que costaría reducir en 300 gramos el peso del cuadro. Por otro lado, mejorar la alimentación es fundamentar para conseguir un mejor rendimiento y recuperación, siempre a un coste muy inferior del que supondría una optimización equivalente a nivel de material.
  • Entrenar estructurado: La mayoría de los aficionados no dispone de las 25-30h semanales necesarias para optimizar totalmente el potencial genético en un deporte de resistencia. Allí entra en juego el entrenamiento, que permite hacer un uso más eficiente del tiempo que tengamos para montar en bici. Seguir un entrenamiento estructurado y planificado no es para cualquiera: requiere orden, sacrificio y paciencia. No obstante, permite también alcanzar un nivel de prestaciones que no se va a poder alcanzar simplemente saliendo a los piques con los amigos a diario. La optimización del potencial fisiológico, sobre todo en el medio y largo plazo, va a proporcionar ganancias de rendimiento inalcanzables por ningún upgrade del material exceptuando la compra de una E-Bike. No obstante, tal como digo, debemos estar dispuestos a sacrificarnos durante ciertos periodos de tiempo para poder rendir más en momentos puntuales de la temporada, algo que no es para cualquiera.

Espero que el artículo haya resultado de su interés y le animo, al igual que ocurrió con el comentario que originó este texto, a que deje sus propuestas para futuros temas en los comentarios.

Sebastian Sitko

Profesor Facultad de las Ciencias del Deporte de la Universidad de Zaragoza, Máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés, Graduado en Ciencias del Deporte, Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo y entrenador oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte. 

 

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