Gestión de las redes sociales e imagen. Instagram y popularidad. En las formaciones para entrenadores que he impartido muchos de los futuros profesionales me han hablado sobre sus prioridades de cara a establecer su negocio. En muchas ocasiones he obtenido como respuesta caras de sorpresa al contestarles con las que eran para mí las prioridades fundamentales de la labor de un entrenador. Sí, una buena gestión de Instagram es importante, pero siempre he pensado que, al contrario de lo que veo sucede hoy en día, un buen entrenador debería trabajar su presencia en redes sociales como prioridad última, tras tener garantizada una perfecta atención para sus entrenados. Suelo decir que, generalmente, una escasa presencia en redes sociales para un entrenador ya establecido suele ser sinónimo de alguien que prioriza el tiempo con sus clientes. En este pequeño artículo voy a compartir 5 consejos que suelo dar a los entrenadores en formación, consejos que considero útiles ya que desvían la atención de lo que tendemos a priorizar hoy en día en favor de lo que debería ser la esencia de cualquier entrenador por encima de todo: el trabajo de calidad con su cliente. Espero que estos consejos sirvan para que al menos algunos entrenadores debutantes reflexionen y no pierdan de vista que al final, por mucha importancia que se otorgue a la imagen en el siglo XXI, un buen negocio acaba saliendo a flote por prestar un servicio de calidad y no sólo por aparentar que lo hace.
1º Limita el sesgo: El tuyo y el de tu cliente. Todos tenemos sesgos y ceder ante ellos puede cegarnos en nuestro desempeño. Cuando estudies un entreno, haz primero un análisis objetivo del mismo y después lee los comentarios que ha dejado tu entrenado. Si lo haces en el orden contrario, corres el riesgo de cegarte por lo que te he comentado el deportista y dejar de lado algunos aspectos del análisis en favor de otros que corroboren lo que ya estás pensando de antemano.
2º El escepticismo es tu amigo: Duda de todo y de todos, cuando no sepas algo que te estás planteando (o te está planteando tu cliente) estudia y actualízate. Si no hay información al respecto: es tu oportunidad para investigar y aportar algo al campo de la ciencia del deporte. No asumas que porque lleves toda la vida haciendo algo es lo idóneo. En el ciclismo del siglo XXI veo a muchos ex-profesionales reciclados a entrenadores que entrenan a otros como los entrenaron a ellos hace 20 años. No dudar y no ser escéptico lleva a la complacencia y a la comodidad: no hay nada peor para un entrenador que acomodarse y dejar de estar al día. Como cualquier oficio en el campo de las ciencias de la salud, el de entrenador es un trabajo que requiere ser profesor y alumno al mismo tiempo mientras dure tu vida profesional.
3º Las herramientas sólo son útiles si las sabes usar: O lo que es lo mismo, sé consciente de tus limitaciones. En muchas ocasiones me llegan deportistas procedentes de otros entrenadores y tras analizar los entrenamientos es fácil distinguir entre un entrenamiento por pulso planteado por un entrenador que claramente tenía unos conocimientos sólidos de fisiología y un “quiero y no puedo” de entrenamiento por potencia. Un símil muy claro lo podemos observar en el creciente negocio de la biomecánica de ciclismo: Es mucho mejor un estudio biomecánico “a ojo” por un profesional establecido que un bike fit con Retül realizado por alguien que no tiene ni nociones básicas de biomecánica. Igualmente, es mucho mejor un entrenamiento bien planteado con herramientas limitadas que un entrenamiento basado en apps de última tecnología sin tener el conocimiento necesario para su manejo correcto. WKO5, Best Bike Split o Golden Cheetah son aplicaciones fenomenales, pero requieren una formación relativamente exhaustiva y compleja para su manejo correcto. Plantéate si estás capacitado para usar las herramientas que quieres usar y, si no es el caso, fórmate. Si no tienes tiempo/dinero o no te quieres esforzar más en formarte, plantéate si de verdad harías un peor trabajo usando sólo aquellas herramientas que sí sabes manejar.
4º Contacto, contacto y más contacto: El proceso de entrenar a alguien es ciencia, experiencia y…. contacto. De poco te sirven unos conocimientos amplios de fisiología y saber manejar todas las apps de última tecnología si planteas los entrenamientos a 14 días vista y tu contacto con el deportista se reduce a un e-mail semanal. El feedback constante es necesario para los reajustes, y los reajustes son parte esencial de las planificaciones ya que éstas son, por naturaleza, imperfectas.
5º Cuestiónate a ti mismo: Todos tenemos un ego, nos gusta que nos halaguen y no tanto que nos critiquen. No obstante, la crítica es una parte fundamental de cualquier proceso de crecimiento. No temas reconocer tus errores (sí, delante del deportista también, te hace más humano a sus ojos) y sobre todo aprende de ellos para ser un poquito mejor profesional. La experiencia y el acercamiento progresivo a la perfección sólo se consiguen con tiempo y equivocaciones, muchas equivocaciones.
Sebastian Sitko
Profesor Facultad de las Ciencias del Deporte de la Universidad de Zaragoza, Máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés, Graduado en Ciencias del Deporte, Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo y entrenador oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte.
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