Hace ya casi un año de las vergonzosas etapas-pasteleo del inicio del Tour 2020 y de mis polémicos tweets en los que dije sin ningún pudor que, a nivel de números, un cicloturista bien entrenado hubiera sido capaz de acabar algunas de esas etapas sin mayor problema. Por suerte, un año más tarde, estamos disfrutando de una edición mucho más combativa y espectacular. Por ello, toca hacer lo contrario: desgranar las enormes diferencias que existen entre corredores del Tour de Francia (cuando se lo proponen) y los mejores ciclistas del resto de categorías.
En numerosas ocasiones he podido oír el clásico “el grupetto del Tour va muy tranquilo” o “un buen máster aguanta a los sprinters”. También he podido oírlo al respecto de otras categorías: “las mejores chicas aguantan a los sub-23” o “es más difícil estar delante en una QH que en una carrera máster” ¿Qué hay de cierto en todas estas afirmaciones? Es imposible comparar de manera objetiva eventos y categorías distintas pero una breve ojeada permite ver rápidamente las diferencias abismales que existen entre las exigencias de distintas carreras y nos permite asumir que muchas de las afirmaciones que oímos comúnmente no se sostienen de ninguna manera. Para ilustrar todo esto he decidido rebuscar en mis archivos varias actividades que, bien contextualizadas, nos permiten una mirada global pero bastante realista de lo que podemos esperar en cada uno de los eventos. Las actividades elegidas para representar las exigencias del evento han sido, a modo de resumen:
- Podio en una Quebrantahuesos, la marcha cicloturista más famosa y disputada a nivel nacional.
- Victoria en Garrastatxu (Carrera Máster de Baranbio), una de las carreras máster más importantes a nivel nacional.
- Top-10 en la Subida a Gorla, una de las carreras sub-23 más prestigiosas en España.
- Acabar en el primer tercio del pelotón de la cronoescalada del Giro Rosa 2021, la carrera por etapas más importante a nivel de féminas.
- Acabar en el primer tercio del pelotón en la etapa 8 del Tour de Francia 2021.
- Acabar dentro de control en las etapas 8 y 9 del Tour de Francia 2021.
Caso 1: ¿Realmente sube lento el grupetto del Tour?
Para responder a esta pregunta adjunto imágenes de la subida a Romme de la etapa 8 del Tour y de la subida a Tignes9de la etapa 8. Se trata de ascensiones afrontadas en el grupetto tras una semana de carrera y, en ambos casos, tras una fatiga considerable el mismo día.
Romme en el grupetto, etapa 8 Tour 2021: 37 minutos a 4.9w/kg tras 59 kJ/kg
Tignes en el grupetto, etapa 9 Tour 2021: 65 minutos a 4.5w/kg tras 61 kJ/kg
Como punto de comparación adjunto, en la tercera imagen, la subida al Portalet para hacer podio en una Quebrantahuesos. En este caso se trata de nuevo de un esfuerzo con importante fatiga previa y a un nivel considerable pero afrontado en un único día de competición.
Podio en una Quebrantahuesos, ascensión al Portalet: 67 minutos a 4.6w/kg tras 55kJ/kg
¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto? Que uno de los mejores ciclistas de la Quebrantahuesos tiene el nivel justo para aguantar una única ascensión en el grupetto de sprinters del Tour siempre y cuando corra únicamente esa etapa y no la semana previa de carrera (que, por cierto, fue extremadamente exigente). En definitiva, a años luz de plantearse aguantar mucho tiempo en una etapa del estilo.
Caso 2: Si así va el grupetto, ¿cómo suben los de delante?
El nivel de los que disputan la carrera en las etapas de montaña se dispara lógicamente a la estratosfera. En la imagen que adjunto en esta sección podemos observar la ascensión de Romme intentando seguir a los mejores, sin éxito, para acabar finalizando la etapa en el primer tercio del pelotón. Recordemos que se trata de un esfuerzo realizado con siete días de competición encima. Estos niveles de rendimiento sólo se esperan de ciclistas World Tour que además sobrelleven muy bien la acumulación de esfuerzos en las grandes vueltas.
Romme intentando seguir a la cabeza, etapa 8 Tour 2021: 30 minutos a 5.9w/kg tras 62 kJ/kg
Caso 3: ¿Qué diferencias hay entre los máster, sub-23 y las féminas?
El salto al World Tour suele provenir casi siempre de la categoría sub-23, por lo que es esperable que los mejores corredores que participan en este tipo de eventos tengan el rendimiento más cercano al de los profesionales. Y esto es así en términos brutos, en los que puede haber diferencias no muy grandes entre corredores sin fatiga previa. No obstante, con la acumulación de fatiga se observa una clara divergencia de rendimiento entre los World Tour y los sub-23. En la primera imagen se observa un esfuerzo para luchar hasta el final por la victoria en Gorla. Este nivel podría bastar para aguantar en el pelotón World Tour en fresco, pero es insuficiente para defenderse en una etapa de montaña con mucha más fatiga acumulada y tras una semana de competición. Por ello este tipo de corredores necesita un volumen de trabajo mayor y curtirse en carreras más largas una vez que consiguen el salto de categoría.
Top-10 en Gorla: 20′ a 6w/kg tras 31 kJ/kg
En la segunda imagen se puede observar el esfuerzo realizado en la subida a Garrastatxu para ganar la carrera máster de Baranbio. Hay que puntualizar que, debido al potenciómetro que usa este deportista, los valores reales de ese esfuerzo están más cerca de los 5.3 que de los 5.1w/kg. Aún así, se puede observar claramente que, a niveles de fatiga similares hay un salto de rendimiento enorme entre los mejores corredores máster y sub-23.
Victoria en Baranbio: 12′ a 5.1w/kg tras 27.5 kJ/kg
Finalmente, la tercera imagen representa la sección clave de la cronoescalada del Giro Rosa 2021 para conseguir acabar en el tercio superior de la clasificación. Recordemos que la contrarreloj se celebró tras tres etapas en línea. En este último caso hay que tener en cuenta que, dadas las grandes diferencias de nivel existentes entre las féminas que compiten juntas, los valores arrojados por las mejores corredoras de la crono son bastante superiores a los que aquí se reflejan.
Cronoescalada Giro Rosa 2021, luchando con las mejores, tramo clave: 16 minutos a 4.9w/kg sin apenas fatiga previa
Con estas tres imágenes se puede concluir que hay un salto de nivel muy grande entre la categoría sub-23 masculina y las categorías máster y élite femenina, con diferencias escasas entre los mejores corredores de estas dos últimas categorías.
¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto?
1-Por mucho que nos parezca que el grupetto del Tour va tranquilo, se vive una auténtica lucha por llegar dentro de control de las etapas. El nivel de las ascensiones es tal que cualquier cicloturista entrenado aguantaría el ritmo tan solo unos pocos minutos.
2-Los corredores World Tour en general y los especialistas en grandes vueltas en particular juegan en una liga propia en cuanto a valores de potencia tras-fatiga.
3-Históricamente, los mejores corredores máster 30 y 40 tenían recursos para defenderse en carreras élite-sub 23 e intentar acabarlas. Con el aumento de nivel vivido en esta categoría en los últimos dos años incluso los mejores corredores máster lo tendrían complicado.
4-El nivel del ciclismo femenino está, afortunadamente, en constante auge. Las mejores féminas cierran la brecha con los corredores máster e incluso los superan en algunos casos.
5-Los valores observados en la categoría sub-23 se acercan progresivamente a los esperados de los profesionales. La resistencia a la fatiga se mantiene como el principal punto de diferenciación entre ambas categorías.
Sebastian Sitko
Profesor Facultad de las Ciencias del Deporte de la Universidad de Zaragoza, Máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés, Graduado en Ciencias del Deporte, Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo y entrenador oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte.