El fin último de todo ciclista competitivo que se precie es ser más rápido, fuerte y resistente sobre las dos ruedas. La consecución de estos objetivos, por suerte o por desgracia, conlleva una serie de sacrificios a nivel económico, social y temporal: entrenar más horas y mejor, evitar algunos alimentos poco recomendables o cambiar algunas costumbres con el fin de recuperar mejor. A todos nos gustaría rendir más y más sobre la bicicleta pero antes o después todos llegamos a un punto a partir del cual los sucesivos sacrificios que debemos hacer no nos compensan tanto. Por supuesto que a todos nos encantaría rodear estos impedimentos y conseguir esa pizca de velocidad que nos falta sin tener que emplear aún más tiempo y dinero en nuestro deporte. Si bien los milagros claramente no existen y no hay nada que se acerque a las mejoras que nos proporciona un correcto entrenamiento, nutrición y descanso, hay una serie de pequeños trucos a aplicar que nos permitirán mejorar nuestros resultados de una manera nada desdeñable si tenemos en cuenta el poco sacrificio que estas intervenciones conllevan. A continuación hago un pequeño resumen de 10 pasos a aplicar en nuestra vida ciclista si queremos ganar un poco de rendimiento sin dejarnos la vida por el camino:
1- Fuera esos pelos: A pesar de que esta técnica tiene muchos detractores, mi experiencia me ha enseñado que las ganancias aerodinámicas que se consiguen con la depilación de las piernas son bastante relevantes. Obviamente, a mayores velocidades mayores ganancias, con resultados que, en los casos que he podido evaluar, van desde los 0 a los 14w ahorrados a 40km/h. En definitiva, algo barato, poco engorroso y que muy probablemente nos va a aportar algo de velocidad extra, sobre todo si ya de por sí nuestro nivel de partida era elevado.
2- La transmisión siempre limpia: Aunque es obvio que debemos llevar el mantenimiento de nuestra bicicleta al día para evitar sobrecostes a nivel de mecánica, lo cierto es que no todos conocen la importancia que tiene una transmisión en buenas condiciones de cara al rendimiento: Hasta 2-3w de pérdida por tener la cadena, el piñón y las roldanas sucias, y otros 1-2w de ganancia por usar lubricantes de calidad. De nuevo se trata de algo fácil de implementar, barato y con su pequeño pero positivo impacto sobre el rendimiento.
3- Cubiertas/tubulares de calidad: Muchos ciclistas ahorran dinero comprando cubiertas de gama baja. Al margen de que este tipo de productos conlleva una mayor frecuencia de pinchazos y un desgaste más acelerado, lo cierto es que hoy en día las cubiertas y tubulares de calidad tienen rodaduras excelentes que nos permitirán un ahorro que puede llegar a los 8-10w al respecto del material de gama baja. Al ser un material que se renueva cada varios miles de kilómetros, la inversión merece la pena sin ningún género de duda.
4- Varía la presión de los neumáticos: La pereza y el descuido hacen que muchos ciclistas no revisen la presión de sus neumáticos en semanas mientras que otros directamente inflan a la presión máxima recomendada por el fabricante. Ni tanto ni tan calvo: el tipo de piso por el que vamos a rodar unido a las condiciones meteorológicas del día inciden en la elección de la presión idónea con el fin de conseguir la mayor eficiencia del neumático. ¿Carretera lisa y recién asfaltada o bacheada y botosa? ¿Pista de piedra o camino de barro? ¿Seco o mojado? Deberíamos hacernos éstas y otras preguntas antes de hinchar el neumático antes de la salida, si es que buscamos el rendimiento puro durante la misma.
5- Cámaras de gama alta: Si buscamos el rendimiento en una cita determinada, una cámara de látex de calidad (si es que podemos montarla en nuestras ruedas) va a suponer un pequeño pero cuantificable ahorro de vatios al respecto de una cámara de gama baja. Teniendo en cuenta el bajo coste de la medida, recomiendo dejar nuestras ruedas de “rendir” montadas con unas cámaras de calidad acorde. No obstante, no implementaría este truco en las ruedas de entrenar (a 10 euros por pinchazo se trata de un negocio poco rentable).
6- Dos cascos para una cabeza: Recomiendo que todo ciclista mínimamente serio en su disciplina tenga en casa un casco aero y otro escalador. Ambos se usarán en función de los requerimientos de cada día: ¿Una ruta plagada de puertos exigentes en los que circularemos a bajas velocidades? En estos casos un casco ventilado permitirá termorregular mejor. ¿Un llaneo a 40km/h? Un casco aero de gama alta permitirá ahorros de hasta 20w. Teniendo en cuenta que se trata de material de obligado uso, que dura mínimo 2-3 años y cuesta en torno a los 200 euros, se trata de una inversión que sin duda alguna merece la pena.
7- No olvidarse de los pies: Las zapatillas son uno de los puntos cruciales del material de ciclismo: se trata del punto de unión fundamental entre el ciclista y la bicicleta. Unas zapatillas de gama alta no sólo son más ligeras y aerodinámicas, sino que también permiten una transferencia mejor de la potencia debido a suelas de carbono cada vez más rígidas y refinadas. Teniendo en cuenta que se trata de material de uso indispensable y extremadamente duradero, la inversión bien merece la pena en este caso.
8- La ropa, mejor apretada: Las arrugas y holguras de las prendas de ciclismo inciden en la aerodinámica, sobre todo a velocidades importantes. Hoy en día disponemos de monos de ruta muy bien ajustados y hechos con material aerodinámico que no se van mucho del precio de un conjunto culotte-maillot de gama alta. Puestos a gastar en prendas de calidad que nos van a durar mínimo dos años, recomiendo pensar también en estas ganancias pequeñas pero no despreciables si lo que nos importa es la velocidad.
9- El ciclismo también es estrategia: Los factores que inciden en nuestra velocidad media a lo largo de una ruta tienen un comportamiento peculiar, y aunque se trata de fenómenos de física básica, no siempre responden al “pedaleo más fuerte = voy más rápido”. Una correcta gestión del ritmo en una ruta va a permitir mejores resultados que el clásico “voy a tope de principio a fin”. Para ello, debemos tener en cuenta que, a aumentos lineales de velocidad, el aumento de la potencia consecuente para conseguir una velocidad cada vez mayor es sustancialmente mayor con cada km/h ganado. En cristiano: en aquellos tramos en los que voy más lento, en general me compensa echar más vatios, y viceversa.
10- Agachado, en general mejor: Dejo para el final el que es para mí, sin ningún genero de duda, el truco más útil y provechoso. Llevar una posición más recogida y agachada, sobre todo rodando a velocidades elevadas, va a conllevar ahorros de vatios sustanciales. Al contrario de la creencia popular, en general la postura más aerodinámica no se encuentra en los cuernos del manillar sino agarrado de las manetas de freno, con los antebrazos apoyados en el manillar y con los brazos bien flexionados a la altura del codo. El problema consiste en que este tipo de posición requiere de muchas horas de trabajo previo para conseguir la máxima eficiencia posible. Recomiendo que las sesiones de rodaje a baja intensidad se aprovechen para trabajar este tipo de posturas de cara a momentos en los que de verdad necesitemos recurrir a ellas. Los ahorros de potencia que he llegado a observar con esta postura pueden llegar a los 70w al respecto de una posición erguida, siempre a 40km/h.
Aplicar estos 10 trucos obviamente no nos va a permitir saltar dos categorías de rendimiento en nuestra disciplina, pero sí puede permitirnos avanzar algunas posiciones en la clasificación de los eventos a los que nos apuntemos. Si bien no todos los trucos aquí mencionados son totalmente gratuitos, aquellos que sí requieren un desembolso de dinero están ceñidos a aquellos materiales que tendríamos que comprar de todas formas, de coste bajo si se renuevan cada poco y de coste algo más elevado pero todavía razonable para aquellos que duran muchos años. También me gustaría mencionar que todo truco requiere de ensayo y error para valorar su utilidad caso por caso, cosa que es muy sencilla a día de hoy con la amplia implementación de los potenciómetros móviles. Basta con dar vueltas a un circuito fijo a unos vatios determinados en posiciones distintas para valorar el ahorro obtenido en cada una de ellas, o cambiar de casco en cada una de las vueltas para ver la ganancia de velocidad a unos vatios fijos. En definitiva, aplicar los trucos antes mencionados para sacar el mayor rendimiento posible a nivel personal.
Sebastian Sitko
Profesor Facultad de las Ciencias del Deporte de la Universidad de Zaragoza, Doctor en Ciencias del Deporte, Máster en alto rendimiento por el Comité Olímpico Francés, Graduado en Ciencias del Deporte, Entrenador Nacional de Ciclismo, Triatlón y Atletismo y entrenador oficial del Colegio Americano de Medicina del Deporte.
Comentarios: 1
Benas Sebastian,
Estoy repasando todas tus entradas y son increíbles por lo didácticas, prácticas y útiles.
En el caso de esta… alguna marca o modelo a destacar entre los cascos y zapatillas? Entiendo que no quieras dar nombres (o si); pero algún criterio que buscar sería de órdago.
Muchas gracias y enhorabuena 👏🏻
Julián
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